¿Necesitamos Una Estrategia de Seguridad Pública ?
- Paola Zepeda Santibañez
- 31 ene
- 2 Min. de lectura
Por Carlos Novoa

Hoy como país volvemos a lamentar el asesinato de un carabinero en el cumplimiento de su deber al intentar ejercer una acción de carácter rutinario como lo es un control policial, en este sentido es momento de evidenciar que estamos en un escenario especialmente complejo en la seguridad Pública y Privada, ya que el nivel de preparación del crimen organizado y sus métodos delictivos dan cuenta que las acciones que hasta hace un tiempo requerían de protocolos con bajos niveles defensivos para el personal policial hoy estan frente a un escenario totalmente diferente , este cambio aconseja llevar a cabo un análisis por el alto mando institucional de la policía uniformada , de tal manera de impulsar una modificación urgente que involucre inicialmente un adecuado entendimiento situacional, que permita la adopción de nuevos métodos operativos acordes a la amenaza y al alto nivel de riesgo que implica estas labores esenciales para nuestra seguridad, es acá donde cobra fuerza y especial importancia la correcta elaboración de las reglas de uso de la fuerza (RUF) con una mirada especialmente técnica apoyada en un estudio pormenorizado de la situación delictual en Chile.
Sin embargo la adopción de nuevos protocolos y medidas de protección más robustas a su personal no serán realmente útiles , si efectivamente no pensamos como país que necesitamos una Estrategia de Seguridad acorde a los tiempos que vivimos, esta problemática no es un tema que debe ser abordado solamente del gobierno de turno, ni debatido al interior de la cámara de diputados y el senado con miradas no necesariamente técnicas que permitan clarificar cual es realmente el problema, es un tema de Estado, un Estrategia de Seguridad debe constituir un esfuerzo efectivo multisectorial que optimice la respuesta pública al fenómeno de la delincuencia, el temor y la inseguridad, se requiere por lo tanto de un marco institucional adecuado, el cual debe establecer claramente los lineamientos principales de las políticas de seguridad, la coordinación de las acciones sectoriales, el monitoreo de su implementación y los resultados de tales iniciativas.
En este contexto, su lineamiento central debe tener como propósito fortalecer las instituciones responsables de la Seguridad Pública, generar e implementar nuevas instancias de coordinación intersectorial y articular los distintos niveles de jurisdicción territorial, se debe procurar por lo tanto conformar una arquitectura de seguridad robusta, con un sistema integrado que asegure la complementariedad de las iniciativas comprometidas y evite la duplicación de esfuerzos aislados y/o descoordinados. En esta evidente crisis de seguridad tenemos una clara oportunidad de avanzar como país en un ámbito esencial y vital para poder desarrollarnos en un clima de normalidad institucional, necesitamos accionar decididamente para evitar que estas amenazas a la seguridad publica terminen convirtiéndose en amenazas a la seguridad nacional si no son atendidas correctamente.
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